3 de abril de 2011

Recuerdas demasiados momentos alegres como para odiarme, pero no recuerdas los suficientes felices para seguir a mi lado. Estas cosas pasan, me solías decir cuando nuestros amigos dejaban de ser amigos, y nuestros padres se separaban. Luego nos separamos, y me dijiste estas cosas pasan, somos como todos, y no pude estar más de acuerdo. Caímos del cielo al suelo en sólo un segundo, pero de tanto ver los golpes en los demás aprendimos a que no doliera. Y ahora somos amigos, sólo que ya no nos vemos, y nunca me llamas.

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