Ahora todo mi mundo gira en torno a el perfume que dejas impregnado en el auto cuando subís, o en rodearte y sentirte los huesos, en la extraña calidez que me transmite tu abrazo, que me alivia y me adormece como una droga.
Gira en torno a tu mensaje y tu presencia, así como en torno a tu ausencia y tu silencio.

A la diplomacia y oratoria que destila tu boca en cada palabra.
A tus ojos negros inundados de tristeza.
Al abismo que nos separa y también nos une.

A los mismos sentimientos que innumerable cantidad de veces nos han hecho sentir solos, y ahora nos hacen sentir acompañados.

Al ansiolitico que me resulta dormir abrazada a tu mano, cuando pensé que no podia volver a sentirme querida.

Y me aferro a tu mano como a este sentimiento que espero que no se vaya, espero que no te vayas, porque aunque apenas te conozca, en otra vida fuimos uno y ya te amo.